viernes, 22 de marzo de 2013


Minipregón de Semana Santa
predicado, leído, meditado y…
ojalá que puesto en práctica en tu corazón y en tu vida.

Porque no hay un único cenáculo…
Vive esta Pascua del 2013 en tu hogar,
en tu parroquia,
en tu barrio, en tu trabajo…

al lado de Jesús.
Porque no hay un único
huerto de Getsemaní…
Siente y comparte la tristeza de Jesús;
acompáñale, vela, ora, no te duermas…
¡Te necesita a su lado!

Porque no hay un único
camino del Calvario…
Experimenta en tu corazón
el peso de la cruz
que hoy (no evoques el pasado)

sigue afligiendo a Jesús
en tantas y tantas personas que recorren
las vías dolorosas de nuestro mundo.

Porque no hay un único monte Gólgota…
Búscate entre la muchedumbre…
Acaso, ¿no te encuentras?
Pues sube a la cruz del malhechor

que reconoce su pecado
y pide a Jesús que no le tenga en el olvido.

Porque no hay un único sepulcro…
Custodia día y noche el silencio de Dios,
aunque de momento no lo entiendas…
¿No querrás perderte el acontecimiento más importante
en la vida de un cristiano, en tu vida?

Porque no hay un único camino de Emaús…
Descubre, camino del trabajo o de la facultad,
de tu barrio o de tu parroquia, a Jesús resucitado
caminando para siempre a tu lado.

Porque no hay una única Jerusalén…
Vive en tu localidad y en tu corazón un capítulo más
de la única Semana Santa que existe,
que comenzó hace más de dos mil años
y que tú, ahora, prosigues en tu vida,
pues Jesús, hoy, sigue muriendo y resucitando por ti…

                                                              J. M. de Palazuelo