jueves, 6 de marzo de 2014



Imperativos cuaresmales
Comienza la Cuaresma. Puedo ponerme el propósito de ir practicando estos 5 imperativos cuaresmales:
Adelgázate
Tiene que ver con el ayuno. Pero no con el ayuno corporal, sino el espiritual.
Ayuno de orgullos, de apegos, de lujos, de vanidades, de ambiciones, de codicias... Adelgaza tu ego, vacíate de ti mismo, anonádate. Tiene que ver, naturalmente, con la pobreza y la humildad.
Levántate
Puede que te sientas cansado y abatido, tal vez caído y derrotado. Tal vez se deba a tu comodidad y conformismo, tal vez a circunstancias desfavorables —tantas crisis—. Te faltan fuerzas y te falta esperanza.
Si tú solo no puedes levantarte, pide ayuda. Y no lo olvides, Cristo está a tu lado y te tiende su mano poderosa, y te «alienta» con su Espíritu.
Escucha
Tiene que ver con la oración. Y, ya sabes, no basta con repetir pala­bras, haz silencio en ti y escucha la Palabra. Sin prisas. Escucha también al hermano, sin prisas. Escucha los signos y los ecos espirituales de cada día, sin prisas.
Libérate de ruidos, de sueños, de imaginaciones, de diversiones, de preocupaciones y temores, de prisas y nerviosismos.
Escúchate a ti mismo, en profundidad. Escucha siempre a Dios.
Sal
Tiene que ver con la misión. Sal de tu tierra, de tu casa, de tu cená­culo.
Y ponte en camino, ve.
Ve a otra tierra, ve a mi viña, la mies es mucha; ve a la periferia, a los pobres y marginados, a los que están solos. Ve al que no pueda o no quiere venir.
No vayas a conquistar, ve a ofrecer, un poco de luz, un servicio, una amistad.
Comparte
Tiene que ver con la caridad. Comparte los bienes y los panes, que no haya tantas y tan injustas desigualdades. Y no te limites a compartir lo que te sobra...
Comparte la fe: No tengo oro ni plata, pero te doy lo que tengo, a Je­sucristo. Evangeliza.
Comparte tus talentos; son muchos, Dios te los ha dado, pero no son para ti. A servir.
Comparte tu tiempo, un bien tan valioso. Comparte tus sentimientos, de alegría y esperanza, o de pasión.
Estos cinco imperativos se reducen a uno: Ama