CAMINOS PARA AVANZAR
EN EL NUEVO CURSO
Hemos empezado ya un nuevo curso. El inicio de cualquier actividad es siempre un buen momento para hacer planes para el futuro, para retomar el trabajo con aliento renovado, para volver a empezar con ilusión, para revisar el pasado y hacer propósitos de mejorar. Y eso lo podemos aplicar también a nuestra vida de fe. El nuevo curso tendría que llevarnos a una renovación en profundidad de nuestra vida cristiana, personal y comunitaria. Este año, el Papa Benedicto XVI nos convoca a toda la Iglesia a celebrar el Año de la Fe para profundizar nuestra fe en Dios, asumirla personalmente, razonarla de manera que la comprendamos en profundidad, descubramos las implicaciones que tiene en nuestra vida y la comuniquemos con gozo y alegría. No estaría mal que en este inicio de curso nos hiciéramos unos buenos propósitos firmes en estos siete aspectos…
§ Orar.
La relación con Dios ayuda a dar hondura y profundidad a nuestra vida y nuestra fe. Dedicar algún tiempo cada día a poner mi vida ante Dios, presentarle mis ilusiones y proyectos, mis frustraciones y problemas, buscar junto a Él el mejor camino para tomar mis decisiones, leer y reflexionar algún pasaje del evangelio… puede ayudarme a robustecer y consolidar mi fe. También, puede ayudar participar en alguna oración comunitaria, hacer algún retiro o ejercicios espirituales.
§ Vincularse.
No soy creyente “por libre”, ni en solitario. La fe se fortalece compartiéndola. Vincularme más en alguna comunidad cristiana, algún grupo, alguna parroquia… me ayudará enriquecer mi fe, purificarla, hacerla más personal, más consciente y mejor asimilada.
§ Participar.
Las comunidades cristianas, los grupos, las parroquias… se enriquecen con la aportación de cada uno. Todos tenemos dones y carismas para ayudar a construir comunidades vivas y más cercanas al espíritu del Evangelio. ¿Qué puedo aportar yo? ¿Dónde buscar el lugar para participar más y mejor en la comunidad? ¿Qué estoy dispuesto a hacer?
§ Celebrar.
La fe celebra la vida para que ésta tenga un mayor sentido y una orientación desde Dios. Celebrar los sacramentos (especialmente la Eucaristía y la Reconciliación) me ayuda a descubrir la presencia de Dios en mi vida. ¿Cómo celebrar mejor la Eucaristía? ¿Cómo hacerla vida en mi vida? ¿Qué me puede aportar? ¿Qué puedo aportar yo para hacerla más viva, más auténtica, más participativa…?
§ Formarse.
Una fe formada ayuda a dar razón de lo que creemos y a asimilar el contenido del Evangelio. ¿Por qué no pensar en hacer algún curso de formación, alguna lectura de libros religiosos o de teología, asistir a alguna charla o conferencia sobre temas religiosos?
§ Acompañar.
Todos convivimos con alguien de quien también somos responsables. La tarea de acompañar a quienes están a nuestro lado requiere estar atentos y sensibles a sus necesidades, estar a su lado, preocuparse de lo que les pasa, estar disponibles para ayudarles a crecer y madurar…
§ Comprometerse
Nuestra tarea de creyentes es ir transformando el mundo para que el Reino de Dios se haga presente. ¿Qué puedo aportar yo en mi trabajo para hacer visibles los valores del Reino? ¿Puedo colaborar con alguna asociación, grupo o institución que trabaja para que haya más justicia, solidaridad, paz… en nuestro mundo?
Enhorabuena por el Blog de la Capilla; es muy completo y habéis incorporado material muy bueno. Se me ocurría si queréis intercambiar links con blogs o páginas similares a esta.
ResponderEliminarAhi va una por si queréis hacer un link que seguro conocéis:
http://www.espaciosagrado.com/
Un abrazo y os leo en el blog.
Rafa D.
A mi también me encanta!
ResponderEliminarCuando tengo un ratito libre vengo aqui y leo algo :) gracias!