sábado, 2 de febrero de 2013

La quinua
Este año 2013 ha sido declarado por Naciones Unidas como el Año Interna­cional de la Quinua. La quinua (Chenopodium qui­noa) es una planta alimenticia cultivada en la zona de los Andes desde hace más de 5000 años. Se dice que es un pseudocereal, porque no per­tenece a la familia de las gramíneas pero tiene un alto contenido en almidón y un uso muy semejante al de los cere­ales. Su contenido nutritivo es muy alto, sobre todo en proteí­nas (casi e120%, el doble de cualquier otro grano), y es el único alimento vegetal que contiene todos los aminoáci­dos esenciales para el ser humano.
Creo que este año internacio­nal de la quinua puede ayudar­nos a identificar algunas áreas de mejora y establecer algunos propósitos concretos para el año 2013 que hemos comenzado
§  Primero, volver a lo esencial. Necesitamos rezar continua­mente "danos hoy nuestro pan de cada día" sin olvidar que muchas personas no pueden dar por supuesto el alimento cotidiano. Mientras 870 millo­nes de personas no tienen lo suficiente para comer, la lla­mada soberanía alimentaria es todavía una utopía y una meta por la que luchar. Es preciso tomar distancia frente a tantos productos sofisticados, que nos seducen con el señuelo de la publicidad, pero que muchas veces resultan ser profundamente engañosos. Lo básico y esencial no es siempre lo más fácil: la quinua se da a 4000 metros de altitud, en condiciones climatológicas bastante duras.
§  Segundo, alimentarnos de lo verdaderamente nutritivo. San Pablo escribe la comunidad de Corinto, reconociendo que "no pude hablaros como a hombres espirituales, sino como a simples hombres, como a niños en la vida cris­tiana. Leche os di a beber y no alimento sólido, pues aún no podíais con él; ni ahora podéis, dado que aún os guía el instinto" (1 Corintios 3, 1­2). Quizá haya llegado para nosotros el momento de ali­mentamos de sustancia sólida: apertura radical a Dios, servi­cio gratuito a los hermanos, abnegación personal y renun­cia a los propios intereses, amor incondicional...
§  Tercero, valorar la diversidad. Uno de los motivos para declarar el Año Internacional de la Quinua es la defensa de la biodiversidad y el reconocimiento de las prácticas ancestrales de los pueblos andinos. ¿Cómo me sitúo ante la diversidad en mi comuni­dad, en la Iglesia, en la socie­dad? ¿La considero una riqueza, una amenaza, un estorbo,...? ¿La valoro, la cuido, la fomento, la respeto?
Daniel Izuzquiza. En revista Vida Religiosa. Enero 2013

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