domingo, 7 de abril de 2013


¿Cómo aparece Jesús?

Celebramos la Pascua. Estamos dentro de los 50 días para asimilar el hondo sentido y la profundidad que lleva consigo la Resurrección de Jesús. No es un rito. Implica unas actitudes, un estilo de vida, una forma de situarse en la realidad, una manera de configurar mis compromisos…
Jesús ha resucitado y está entre nosotros. Los evangelios se escribieron para dar testimonio de esto. Era la gran noticia, que ya antes de escribirla, la narraban y anunciaban los apóstoles: Dios da validez a la vida y mensaje de Jesús. Tenía razón: Jesús es el Salvador (Camino, Verdad y Vida), da sentido profundo a nuestra vida y  nos libera de la muerte. Ha empezado la era del Espíritu. Cristo es el centro de mi vida: de mi dolor y mi alegría, de mis ilusiones y esperanzas, de nuestras reuniones y nuestra comunidad… Esta es la invitación a experimentar y vivir.
Podemos  fijar la mirada en el Evangelio de San Juan (20,19-31) y descubrir cómo aparece Jesús:
ENTRANDO. Está en medio, viene a mi encuentro, derribando miedos, traspasando cerrojos, eliminando temores, evitando aislamientos. Presencia constante. Compañía permanente. Seguridad cierta…
ALENTANDO. Dando ánimos, recreando mi vida, potenciando mis cualidades, dando vitalidad a lo que hay en mí de mortecino, triste o debilitado, empujando en cada vida que nace y crece, en cada trabajo superador, en cada esfuerzo solidario, en cada oración, en cada servicio prestado, en cada labor misionera, en cada acto de amor…
PERDONANDO. Dándome nuevas oportunidades, rehabilitando, acogiendo, sanando. Invitándome a crear una cultura del perdón y convirtiéndome en casa de misericordia. Evitando la enemistad, la dureza de corazón, el prejuicio condenatorio, la insensibilidad despreocupada…
ACOMPAÑANDO. Me respeta con paciencia, me espera, acompaña el ritmo de mi crecimiento, no rechaza, ni recrimina, ni me echa fuera, ni me condena, (como hace con Tomás)
INVITANDO. A tocar, palpar, experimentar, conocer a fondo… La fe no es una conclusión racional, ni un acto voluntarista, ni un sentimiento difuso. La fe me viene por la experiencia. No llega por lectura de libros, catequesis, charlas, discursos u homilías (aunque puedan ayudar), sino por encuentros: “la fe es una chispa que salta de un encuentro”
REUNIENDO. Todo ocurre en comunidad que integra, acoge, crea comunión, escucha la Palabra, crea relación, celebra la fe en la Eucaristía, reza en común como vínculo de unión con Dios y los hermanos, persevera con constancia y espíritu de alegría.
ENVIANDO: para comunicar y dar testimonio, para anunciar y denunciar, para transmitir y compartir, para llevar perdón, amor,  justicia, solidaridad, comunión, fraternidad…
Siete maneras de situarse Jesús entre nosotros. Siete maneras de situarme yo en medio de mi realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario