¿Cómo celebrar
el
Triduo Pascual?
Propuesta para los
que se van de vacaciones
Muchos os vais a tomar el aire, el sol, el mar; os
vais a descansar y a relajaros. Creo que es una de las cosas que necesitamos
para poder ser y vivir «como Dios manda». Con nervios, no hacemos las cosas
bien; las hacemos «nerviosos» y por eso nos sale lo que no queremos...
Quizás no puedas participar en las celebraciones
del Triduo Pascual. Pero hay cosas que sí se pueden hacer.
JUEVES SANTO
Dar sentido especial al pan y al vino el día de
Jueves Santo, cuando el Señor tuvo la ocurrencia de elegir estos dos elementos
como signos de presencia. La presencia es comida (pan). La presencia alegra el
corazón (vino). La presencia nos alimenta «¡Qué bueno estar a tu lado, parece
que ya no necesito nada, contigo lo tengo todo!».
Este día Jueves Santo, sobre todo en la cena,
introducir el pan en la mesa de manera especial, sin partir, en una bandeja
adornada; el padre o la madre que diga algo sobre el pan: Gracias Señor por el
pan, lo ganamos con nuestras manos; lo traemos a casa y es alimento y alegría;
aquí lo repartimos y compartimos. También lo compartimos con otros y damos de
nuestro pan a otros cuando damos algo nuestro (tiempo, dinero, compañía,
sonrisa). El pan que no se comparte, que sólo se guarda para «los de casa» es
pan egoísta... Hoy te bendecimos, Señor Dios nuestro, porque Jesús escogió el
pan para hacerse presencia con nosotros, para compartir; para ayudamos a
descubrir la profundidad de nuestra vida de amor y de entrega. Después se
parte, a ser posible con la mano, no con cuchillo, que es algo frío, y se va
repartiendo a todos. Comer todos juntos el primer bocado, mojar todos en el
mismo planto algo. Leer algún pasaje de la cena de Jesús en este momento. Veis,
son cosas sencillas y pueden tener sentido profundo. Si quieres más
profundidad: Hablad de cómo unos para otros somos «pan», cómo la presencia de
unos y otros es alimento verdadero, necesario, querido… Esto ayudará a entender lo que Jesús dijo: «Yo soy
el verdadero pan con el que os podéis alimentar».
VIERNES SANTO
Este día tiene sentido poner en el centro de la
casa una Cruz y una vela encendida. Para nada en especial. Para recordar que la
Cruz es el centro de la vida cristiana y humana. Con una cruz vamos todos, o
con muchas; a lo mejor es pequeña, a lo mejor es grande; cruz y cruces llevamos
todos.
Y nuestra señal de cristianos es la de hacer la
Cruz, llevar unos las Cruces de los otros y ayudar a otros o ser ayudados para
llevar la nuestra. Jesús nos precedió en esta historia... Que, ¡vaya historia!
Pero con Él, tirando delante, la «cosa» está más animada...
Por la noche, cuando haya más «personal en casa»,
quizás antes o después de cenar, apagar todas las luces, dejar sólo la luz de
la vela alumbrando la Cruz, y hacer silencio o rezar el Padrenuestro o hacer la
señal de la cruz o pedir que Él nos ayude a llevar nuestra cruz y un poquito de
las cruces de los demás...
SÁBADOSANTO
Es día de tomarse un tiempo de silencio y de
saber esperar. Cuando se espera y se da tiempo a la gente, al final, aparece la
vida. El Sábado Santo es día de nada, de vacío, sólo de la espera esperanzada.
El sábado santo que vivimos cada uno personalmente puede ser un «largo sábado»
con más de 24 horas..., pero no pasa nada.
Es día de buscarte cinco minutos de soledad y
pensar en ti, en los demás. El día de tomar en la mano las esperanzas que
tenemos y creer que florecerán.
VIGILIAPASCUAL
Es la primera y principal celebración cristiana, la
más bonita y poética. En algunos sitios hacen cosas preciosas... Busca un sitio
donde puedas vivir participativamente de la celebración. Es larga; si entras en
ella, verás qué bonita y profunda es. ¡Ojalá pudieras asistir! Existe el
domingo a lo largo del año porque existe esta Vigilia, porque es verdad el
acontecimiento que en ella celebramos: la Resurrección de Jesús. Sin la
Resurrección, vana sería nuestra fe.
DOMINGO DEPASCUA
Es el día de los días, el día más grande de los
cristianos. Haced el favor de poneros guapos, guapísimos. ¡Como nunca! ¡Es
Pascua! No hay fiesta mayor que ésta. ¡Que se note! Y que se note hasta
descorchando una botella de vino. Sí. ¿Por qué no? La fiesta pide eso y todo lo
que sea. Tenemos un Dios de vida, tenemos un Dios que nos llama a vivir,
tenemos un Dios que nos sacará del túnel, tenemos un Dios que hoy demuestra que
es capaz de vencer las tinieblas. No ha podido la muerte con Él. Esto es lo que
celebramos. Y no es que lo celebremos en El, es que lo que a Él le pasa nos
está prometido que nos pase a nosotros. No somos seres para la papelera, para
la muerte, para el silencio, para la nada. Somos seres para la vida, para vivir
siempre. Esta es nuestra fe.
Juan Jáuregui
No hay comentarios:
Publicar un comentario